Se suele decir que quien tiene el conocimiento, tiene el poder. Por desgracia, aún hoy en día son muchísimas las personas con familiares adictos a las drogas que no cuentan con el conocimiento necesario sobre este tipo de sustancias, lo que puede provocar que opten por llevar a su ser querido a un anexo, en vez de a un centro de atención para drogadictos. Lo cual puede ser una de las peores decisiones de sus vidas.
Los anexos, algunos falsamente llamados “centros de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos”, suelen ser la primera opción de cientos de familias, principalmente por pensar de manera equivocada que el abuso del alcohol y la drogadicción puede ser sólo un vicio pasajero, que lo que necesitan es un escarmiento, cuando en realidad se trata de una enfermedad y lo que se necesita es atención médica especializada y un tratamiento profesional pertinente; es decir, lo que no se ofrece en los anexos.
En un anexo, al recién llegado, quien es común se encuentre intoxicado o llegar en contra de su voluntad, se le suele encerrar en un cuarto con múltiples cerraduras y rodeado de barrotes. Eso, o tenerlo en constante vigilancia por un asistente, mientras se le suministra remedios caseros o, en el mejor de los casos, algún medicamento de forma no regulada que le ayude a tolerar el síndrome de abstinencia.
Una vez que ya no está bajo los efectos de la sustancia, se le integra al grupo y la dinámica de “disciplina”, conocida en entre las agrupaciones como “la dureza con la que deben ser tratados los adictos”, lo cual no es otra cosa sino autoritarismo puro con el objetivo de doblegar la voluntad del enfermo y someterlo.
De igual forma, se agrede verbalmente (y en ocasiones físicamente) a los pacientes, se les humilla, se las condena y descalifica haciéndoles creer que no valen nada, pues le han causado mucho dolor a sus familias, entre varias “técnicas” más que realmente no sirven más que para agravar el problema
Sobra decir que el personal capacitado, los tratamientos profesionales y la limpieza encontrada en todo centro de atención para drogadictos certificado, son factores clave para la rehabilitación que en los anexos brillan por su ausencia.
Si en verdad desea que su familiar, amigo o usted mismo deje por completo su adicción al alcohol o a las drogas, lo mejor es evitar los anexos y recurrir a un centro o clínica de rehabilitación profesional.