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¿Qué es Terapia Sistémica?

La terapia sistémica es una disciplina terapéutica, la cual fue desarrollada a lo largo de la segunda mitad del siglo XX por el médico psiquiatra y pediatra argentino Salvador Minuchin, y es aplicada en el tratamiento de diversos trastornos conceptualizados, como lo son la expresión de las alteraciones en todos los trastornos y patologías mentales como la manifestación de alteraciones en nuestros patrones relaciones y de comunicación.

Pero además de únicamente hablar de lo que es terapia sistémica, es importante mencionar que en este enfoque sistémico a la persona “enferma” se le define como alguien que es “portador de un síntoma”, cuyo origen debe buscarse en una dinámica que es disfuncional, y la cual se presenta en uno o varios de los sistemas en los que el individuo en cuestión se encuentra insertado.

la-terapia-sistemica-tiene-sus-origenes-en-la-terapia-familiarLa terapia sistémica tiene sus orígenes en la terapia familiar, por lo que es fácil confundirlas y creer que se trata de sinónimos cuando en realidad no lo son. La mayor diferencia entre lo que es terapia sistémica y a lo que se refiere la terapia familiar, es que mientras la primera plantea que no es imprescindible tener a la familia como el foco de atención, la familiar sí.

Otra distinción entre una y otra terapia, es que el énfasis en la sistémica está puesto en la dinámica de las interacciones que se dan entre los miembros del sistema y los subsistemas, así como en todos sus procesos comunicacionales.

Lo que una intervención sistémica plantea a final de cuentas, es el paso del individuo al sistema, yendo de lo intrapsíquico a lo intrapersonal, valiéndose de la interacción como elemento de comunicación y trabajo; en vez de atender el “¿por qué?” de las acciones de un individuo, la intervención se centra en el “¿cómo?” lo hace.

Esta terapia puede aplicarse tanto a personas en lo individual como en lo colectivo, incluyendo parejas y familias completas, así como contextos escolares y equipos de trabajo. Además, es de resaltar que ya ha conseguido logros importantes como complemento de las terapias contra drogadicciones, trastornos de la conducta alimenticia (como la bulimia y la anorexia), así como conductas infantiles disfuncionales y ciertas depresiones clínicas, aunque en este último caso no tanto como en otras aproximaciones clínicas.