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Centro de Rehabilitación para Jóvenes Rebeldes

El que un hijo sea “un poco rebelde” o parezca ingobernable, podría parecer en un primer momento como un comportamiento “normal de la edad” en el caso de los adolescentes.

Aunque así pueda parecerlo, la realidad es que se trata de una condición que en muchas ocasiones resulta ser el preámbulo para que los adolescentes hagan suyas otras conductas destructivas, como lo son las adicciones a las drogas, el alcoholismo o el tabaquismo, e inclusive a cometer actos delictivos, desde robar en el peor de los casos, matar a alguien (o cometer suicidio).

Siendo un problema tan grave, la rebeldía en los jóvenes debe ser tratada lo antes posible, pues de esta forma podría evitarse una tragedia mayor.

valores-importantes-para-la-vida-en-familia-trabajo-escuela-y-sociedad-en-generalLo que se hace en un centro de rehabilitación para jóvenes rebeldes, es ayudar a los hijos (niños y adolescentes) que cuentan con comportamientos de desobediencia extrema, agresividad o irresponsabilidad, esto mediante la implementación de una terapia supervisada y aplicada por un grupo interdisciplinario conformado por doctores, psicólogos, terapeutas y guías expertos en estas condiciones.

Durante su estancia en el centro, lo que se hace es trabajar mediante un tratamiento en corregir las emociones negativas que han conducido al o la joven a manifestar estos problemas de conducta.

A lo largo del proceso se le inculcan valores importantes para la vida en familia, trabajo, escuela y sociedad en general, como lo son el respeto, la disciplina, la responsabilidad y el autocontrol.

Para que el tratamiento de cualquier centro de rehabilitación para jóvenes rebeldes resulte efectivo, convencer al hijo para que reconozca que tiene un problema y necesita ayuda, es el primer gran paso. Una vez que esto se ha hecho, las posibilidades de éxito el tratamiento son mucho mayores que si el menor fuera internado a la fuerza.

Es verdad que el joven puede ser ingresado contra su voluntad y al final mejorar su comportamiento, pero no es el escenario ideal.

Ojo: en ningún centro de rehabilitación debería agredirse ni física ni emocionalmente a los pacientes. A lo largo del tratamiento debe tratarse a los pacientes con disciplina y firmeza, pero los verdaderos expertos saben que ningún tipo de violencia funciona y por el contrario, termina por resultar perjudicial.