Conocida como vidrio, speed, tiza, met y hielo, el cristal es una metanfetamina altamente adictiva que logra desaparece cualquier sensación de miedo o temor, por lo que también recibe el sobre nombre de “la píldora del miedo”. Día de Cumpleaños (abreviado como “DOB” en inglés) es otro nombre con el cual se le conoce, esto debido a que se dice genera un placer tan intenso que hace recordar el día del nacimiento.
Lo que el cristal hace principalmente, es excitar el sistema nervioso central a niveles peligrosos, causando no sólo la aparición de euforia, sino provocando además que quien la consume no sienta ningún riesgo ante cualquier actividad.
Debido a lo anterior, es que era utilizada por los llamados “kamikazes” durante la Segunda Guerra mundial antes de salir rumbo a una misión suicida.
Una vez que ha pasado la sensación de adrenalina, las primeras consecuencias del cristal en aparecer son las lesiones el cerebro, las cuales lamentablemente son irreversibles. A manera de ejemplo, así como el motor de un carro o de cualquier objeto en general se desgasta más rápido al acelerar, con el cerebro pasa lo mismo por culpa de la cocaína, lo cual sucede debido a la falta de irrigación.
Sin embargo, de todas las consecuencias del cristal, una de las más graves se presenta una vez que pasa ya ha pasado su efecto, y no es otra sino la urgencia desmedida de volver a consumirla. Sin embargo, la peor consecuencia de todas es el hecho de que eleva a niveles muy altos el riesgo de muerte, a tal grado que una sobredosis es excesivamente peligrosa debido a los trastornos cardíacos que produce.
Así pues, utilizada de forma continua, esta metanfetamina termina por dañar tanto células cerebrales como vasos sanguíneos, provocando daños cerebrales y/o ataques cardíacos y ya por último, la muerte.