Es mucho el valor que se necesita para decidir comenzar a buscar ayuda cuando se tiene un problema de adicción a las drogas, ya que el trabajo que se espera es bastante duro, mental y físicamente hablando, tanto para la persona enferma como para sus familiares.
Sin embargo, no hay mejor aliciente de un tratamiento que el “simple hecho” de saber que en efecto puede funcionar. Tan es así, que las estadísticas dicen que a así como todos los días nivel mundial miles de personas caen en alguna adicción a las drogas, también son miles las que logran recuperarse.
Al igual que sucede con otras enfermedades crónicas (como el dia dabetes y el cáncer, por ejemplo), la drogadicción puede ser controla de manera satisfactoria. Un tratamiento efectivo contra las drogas les permite a las personas contrarrestar los potentes efectos de la drogadicción en el cerebro, y así retomar por completo el control de sus vidas.
¿Realmente funciona?
Ir a un centro de rehabilitación para drogadictos no es un acto de magia. No funcionará en el acto.
El primer paso en el tratamiento es la desintoxicación, que no es otra cosa sino el proceso a través del cual se ayuda a la persona a eliminar por completo todas las drogas de su sistema. Esta parte es clave, ya que las drogas afectan las capacidades mentales del enfermo, las cuales son necesarias para poder proseguir con el tratamiento.
Desafortunadamente no se trata de algo sencillo. Es normal que cuando los pacientes suspenden el consumo de drogas experimenten toda una serie de síntomas del síndrome de abstinencia (como la ansiedad, depresión, humor depresivo, temblores, delirio, náuseas, vómito, diarrea, etc.), así como trastornos al estado de ánimo, como inquietud e insomnio.
Los centros de rehabilitación para drogadictos cuentan con años de experiencia en ayudar a las personas a sobrellevar este proceso de la mejor manera que sea posible. Así pues, dependiendo de la droga a la que el paciente es adicto, se le suministran medicamentos que le hacen sentirse mejor y mitigar los síntomas de la abstinencias, logrando así que todo el proceso de rehabilitación sea más fácil y el enfermo pueda volver a su vida normal, libre de adicciones.