Un centro para rehabilitar a personas que son adictas al alcohol, es una organización que se enfoca en enfrentar a las consecuencias que ocasiona el consumo de bebidas embriagantes en exceso. Por desgracia, en la sociedad mexicana el ingerir este tipo de bebidas es algo no sólo aceptado, sino bien visto, e inclusive muchas veces se “premia” a quienes aparentan tener una mayor capacidad para beber más.
El beber alcohol de manera ocasional no es necesariamente algo dañino para el organismo. El problema aparece cuando ese “ocasional” se convierte en “recurrente” y cuando menos se piensa, ya es una situación diaria y en donde si no se bebe, no se disfruta e incluso se sufre. Es ahí cuando se sabe estamos ante un caso de adicción al alcohol.
Se cuenta por millones las personas que han logrado librarse de esta enfermedad en todo el mundo gracias a aceptar recurrir a un tratamiento profesional dentro de un centro de rehabilitación para alcohólicos.
La finalidad de este tipo de lugares, es que los pacientes dejen atrás la tolerancia y dependencia que el organismo ha generado al alcohol, para que de esta forma el paciente pueda reintegrarse a la sociedad sin mayor problema.
Dado que se trata de una enfermedad que es el efecto de varias causas, debe ser tratado desde una perspectiva multidiscilplinar, en donde se cuente integrado por todo un equipo de profesionales capacitados para atender este tipo de problemas.
Cabe mencionar que no todos los centros de rehabilitación son iguales, pues en algunos el tratamiento solamente se enfoca en tratar la dependencia y la tolerancia generada en el organismo por el alcohol.
Sin embargo, para que un tratamiento pueda ser considerado realmente como uno integral, además de sanar los aspectos fisiológicos ya mencionados se debe intervenir en la parte psicológica. De esta forma es como los pacientes, a través de terapias, terminan por inhibir su deseo de sufrir una recaída a causa de las tentaciones provocadas por ese tipo de bebidas.
En un centro de rehabilitación de alcohólicos se llevan a cabo tratamientos de forma gradual divididos básicamente en dos fases; en la primera el enfermo es desintoxicado; mientras que en la siguiente lo que se busca es deshabituar el consumo del alcohol, para mantenerlo abstemio el resto de su vida.