Cada droga y cada individuo es diferente, por lo que los tratamientos para ellas también lo son. Debido a que la adicción a las drogas suele ser un trastorno crónico, el cual se caracteriza por recaídas ocasionales, es normal que un solo ciclo de tratamiento a corto plazo no sea suficiente, por lo que para muchas personas el proceso de tratamiento es a largo plazo y requiere de varias intervenciones y una constante supervisión.
Científicamente hablando, existen distintos enfoques para tratar las adicciones a las drogas. Un tratamiento puede incluir terapia de la conducta (ya sea individual o grupal, cognitiva o de manejo de contingencias), medicamentos o también, una combinación de ellos.
La clase específica de tratamiento cambia de acuerdo a las necesidades del paciente, y habitualmente, también es distinto dependiendo del tipo de droga o drogas que se use, además de la gravedad de la adicción y los intentos previos de dejar de consumirlas.
Además del problema de adicción, es muy común que los enfermos también padezcan de otros problemas de salud (como pueden ser otros trastornos mentales), familiares, sociales y legales, los cuales también deben ser tratados para lograr una completa recuperación.
Si bien es cierto cada tratamiento por separado tiene su grado de efectividad, los mejores programas de tratamiento son aquellos que ofrecen una combinación de terapias en conjunto con otros servicios en busca de satisfacer las necesidades de cada uno de los pacientes.
Dichas necesidades individuales puede estar relacionadas con factores como la edad, sexo, orientación sexual, raza, cultura, vivienda, trabajo, consumo de otras drogas, problemas de salud concurrentes (como la depresión y el SIDA), además de los antecedentes de abuso físico y sexual, entre otros.
Independientemente de la adicción que se tenga, ya sea a una droga ilegal como la cocaína o la heroína, o a una que sí sea legal como el alcohol o el tabaco, lo más recomendable es siempre recurrir con especialistas, y debido a que las distintas combinaciones de terapias de conducta y medicamentos (cuando son necesarios) se enfocan en trabajar diferentes aspectos de la adicción, es muy común que sean mucho más eficaces que cualquier enfoque utilizado de forma individual.