La psicoterapia de familia o psicoterapia sistémica familiar (comúnmente llamada simplemente terapia familiar), se encarga de ayudar a las familias en las dificultadas que se presentan como resultado de las diferencias entre cada miembro.
La forma de hacerlo es permitiendo a cada integrante de la familia expresarse y explorar sus emociones y pensamientos en un ambiente seguro, así como comprender los puntos de vista y experiencias de cada uno y apreciar las necesidades de todo, para de esta forma construir cimientos más firmes y realizar cambios en beneficio de sus relaciones y vidas.
La psicoterapia de familia interviene comúnmente cuando en el seno familiar se presenta algún tipo de crisis, los cuales pueden ser muy variados. Sin embargo, a pesar de ser tantos los tipos de crisis que existen, todos pueden encuadrarse en tres categorías, las cuales generalmente terminan por superponerse:
- Crisis Estructurales:
En estas la tensión tiende a incrementarse de manera periódica, es decir, que recurrentemente la familia reaccione con las mismas pautas de comportamiento ante una causa interna o externa. Lo que la crisis hace es impedir el cambio. Aquí entran los casos relacionados con familias violentas o donde uno o más miembros de la familia sufren de alguna adicción.
- Crisis de Desarrollo:
Son las más comunes, previsibles, y hasta cierto punto inevitables, presentándose en las distintas etapas de la vida de las personas. Ejemplos de momentos que destapan este tipo de crisis son: el nacimiento de un hijo, la sexualidad del adolescente, la independencia de los hijos, el abandono de un hogar, la llamada “crisis de la mediana edad”, etc.
El que se presente o no una crisis de este tipo, depende en buena medida de la capacidad funcional con la que cuente la familia para acompañar a la persona en cada una de las etapas de la vida.
- Crisis por Situación Penosa Inesperada:
justamente en el polo opuesto de las crisis de desarrollo, las crisis por situación penosa inesperada son aquellas causadas por acontecimientos que no pudieron haberse previsto. Situaciones como violaciones del tipo sexual, la muerte de alguien o la aparición de una enfermedad crónica, son causantes de este tipo de crisis.
En estas circunstancias no debería de buscarse culpables y/o realizar exámenes profundos de conciencia, aunque es lo que suele suceder normalmente. Por el contrario, lo que debe realizarse es un esfuerzo conjunto para sobrellevar la desgracia de la mejor manera posible y, al mismo tiempo, constituir la oportunidad de resolver problemas estructurales en caso que existieran.
Al final del día, el objetivo de la psicoterapia familiar es la implementación de una estrategia terapéutica para conservar lo que funciona bien, y determinar la inflexibilidad de su dinámica así como su dificultad para realizar los cambios que sean necesarios para lograr una adaptación funcional, es decir, una familia sólida