Las personas, las adicciones, las tecnologías y el mundo en general cambiamos día con día. Para sobrevivir de la mejor manera, todos debemos adaptarnos a cada época, y los centros de apoyo para alcohólicos no podrían ser la excepción.
Dependiendo del país que se esté hablando la cantidad de personas adictas a las bebidas embriagantes será mayor o menor, pero en todo el mundo existen, justo como los ya mencionados centros, en donde se emplean tratamientos y/o técnicas que comparten similitudes entre sí, aunque al mismo tiempo son diferentes.
Existen algunos en donde la metodología utilizada no necesita de ingresar al paciente, mientras que hay otros donde se requiere de una estancia breve, y otros tantos donde deben ser internados por un tiempo prolongado. También hay los que incluyen terapia posterior y los que no. En fin, son varias las diferencias entre ellos, pero todos han comprobado ser exitosos al momento de rehabilitar a las personas.
En la actualidad, a nivel nacional e internacional, la tendencia es reducir lo más posible el tiempo que un interno permanece viviendo en un centro. Esto se debe a que con el paso de los años, las investigaciones han hecho posible que los tratamientos farmacológicos sean cada vez más efectivos.
Anteriormente, cuando la farmacología no entregaba resultados tan eficientes ni eran capaces de mantener controlada la adicción, los terapeutas eran quienes tenían que cumplir esta labor, siendo ésta la principal razón por la que se requería de manera forzosa de estancias mucho mayores al as de hoy día.
Sin lugar a dudas, se trata de un avance de la ciencia que resulta sumamente beneficioso para todos; por un lado, los centros de apoyo para alcohólicos cuentan con más espacio y por ende más capacidad para atender como es debido a una mayor cantidad de enfermos, y desde luego los pacientes pueden regresar mucho más pronto con sus seres queridos.
Y al final del día, estos avances de la farmacología permiten que el proceso sea uno mucho más fácil para todos; terapeutas, familiares y desde luego, el adicto.