A pesar de que no son pocos los expertos en el tema que tratan de evitar el uso de medicamentos para el tratamiento de adicciones, la realidad es que a través de los años varios de ellos han probado una gran efectividad, a tal grado que en el extremo opuesto existen profesionales que no conciben cómo ayudar a una persona drogadicta sin la ayuda de fármacos.
De hecho, son diferentes los tipos de medicamentos que existen y pueden ser usados en las diversas etapas del tratamiento para ayudar al adicto a dejar su abuso de sustancias, a continuar con el tratamiento y a evitar alguna recaída.
Primera fase: tratamiento para la abstinencia
Es en esta fase cuando los adictos dejan de consumir drogas por primera vez, siendo habitual que experimenten diversos síntomas tanto físicos como emocionales, incluyendo depresión y ansiedad, además de trastornos del estado de ánimo, como insomnio y/o tranquilidad. Hoy en día existen medicamentos diseñados para reducir esta sintomatología, facilitando así un proceso tan difícil en la rehabilitación como lo es el de la abstinencia.
Segunda fase: continuación del tratamiento
Existen también medicamentos cuyo objetivo es el de ayudar al cerebro para que éste pueda adaptarse de manera gradual a la falta de la droga que ha causado la adicción.
La forma de actuar de este tipo de medicamentos es lenta, evitando el deseo excesivo de consumir drogas nuevamente al producir un efecto calmante en el organismo. Gracias a estos medicamentos, es más fácil para los enfermos concentrarse en la terapia y en otras psicoterapias que ayuden al tratamiento, en lugar de sufrir por la ausencia de la droga en su cuerpo.
Tercera fase: prevención de las recaídas
Está comprobado científicamente que la exposición a cualquier elemento relacionado con la experiencia con las drogas (personas, estados de ánimo, lugares, cosas) así como el estrés, son los detonantes más comunes para sufrir una recaída. Hay medicamentos cada vez efectivos cuya función es precisamente interferir con estos disparadores y así, auxiliar a las personas en su búsqueda por mantener la recuperación.
Algunos de los medicamentos que más se utilizan para en los tratamientos de las adicciones a las drogas:
- Adicción al alcohol y a las drogas en general: Naltrexona, Disulfiram y Acamprosato
- Adicción al tabaco: terapias para reemplazar la nicotina (disponibles en formatos de chicles, parches e inhaladores); Bupropion; y Vareniclina
- Adicción a los opiáceos: Metadona, Buprenorfina y Naltrexona
El uso de manera controlada de todos estos y otros medicamentos no debe ser “satanizado” en ningún momento, pues son una excelente alternativa sobre cómo ayudar a una persona drogadicta, convirtiendo su rehabilitación en un proceso mucho menos difícil para todos.