Hoy en día el problema de la adicción a las drogas está más latente que nunca, y es una situación que lamentablemente no muestra una tendencia a disminuir, sino todo lo contrario: cada año que pasa hay más y más adictos a algún tipo de droga, ya sea de uso legal como el alcohol y el cigarrillo, o alguna de las tantas prohibidas por la ley como la marihuana y la cocaína, y absolutamente todas ellas terminan por llevar a quienes las consumen a contraer adicciones igualmente dañinas para el ser humano, tanto física como mentalmente.
Afortunadamente, a la par que la cantidad de personas que padece de alguna adicción ha ido creciendo, también lo han hecho los centros de rehabilitación, al grado que en la actualidad se encuentran bastantes y muy buenas opciones que seguro se ajustan a las necesidades del paciente en todo sentido (como por ejemplo emocional y económicamente, hablando).
Sin embargo, la adicción también es vista como un gran negocio por muchos, por lo que así como existen centros de rehabilitación muy buenos que realmente logran su objetivo (ayudar al adicto a dejar su enfermedad), también los hay aquellos que sólo buscan lucrar con el sufrimiento de las personas, tanto de los enfermos como de los familiares y amigos del adicto, y de la sociedad en general.
Lo anterior ha llevado a que existan personas que han creado centros de rehabilitación gratuitos, presentándose como una inmejorable oportunidad de salir de la enfermedad, cuando en realidad podrían terminar no sólo por no ayudar, sino al contrario, perjudicar aún más al enfermo.
La realidad es que muchos de estos centros de rehabilitación de drogas gratuitos, terminan por cobrar algún tipo de remuneración tarde o temprano, e incluso podría ser más cara aún que el resto de centros que desde un comienzo revelan el costo total del tratamiento.
Por otra parte y peor aún, la mayoría de estos centros no cuentan con el personal lo suficientemente capacitado para tratar con los diferentes tipos de adicciones, por lo que el paciente no recibirá el tratamiento ni las atenciones que requiere, lo que llevará a que no se rehabilite y no sólo ha perdido el tiempo, sino que incluso podría perder toda esperanza de salir de su adicción y decidir no acudir a ningún otro centro de rehabilitación, creyendo que todos son iguales y ninguno funciona.
Debido a lo anterior, es altamente recomendable no ingresar a un centro de rehabilitación gratuito, pues se trata de un problema muy serio que debe ser tratado con total profesionalismo y cuidado.