Que los alimentos ricos en grasa o azúcar causan un gran placer, no sólo a nuestra lengua sino a nuestro cerebro, el cual nos hace querer consumirlos con más frecuencia y en mayores cantidades, de eso no hay duda. Pero, ¿es correcto llamarle “adicción” a la condición de comer en exceso?
Estrictamente hablando, una adicción es el uso compulsivo de una sustancia de forma incontrolada, convirtiéndose en una “necesidad” del cuerpo, la cual de nos de no ser satisfecha provoca ansiedad e irritabilidad (síntomas del síndrome de abstinencia).
En el caso de la comida, hay quienes consideran más apropiado utilizar el término “ansia por la comida”, el cual puede definirse como el “intenso deseo de consumir un alimento o tipo de alimento en particular, y el que resulta difícil resistirse”.
Sea cual sea el “término oficial”, si estás leyendo todo esto y en efecto tienes una “adicción a la comida”, lo más seguro es que lo que a ti te interesa dejarla, ¿cierto? De ser este el caso.
Hay tres consejos básicos que quizás puedan ayudarte a dejar este problema:
- No te permitas tener demasiada hambre.
Comer varias veces al día en porciones pequeñas, bien balanceadas y que incluyan proteínas y fibra, es esencial para poder controlar el aspecto físico del hambre, y con ello también el mental y el emocional
- Una dieta rica en nutrientes, pero baja en azúcar y grasas saturadas
Esto incluye disminuir al máximo los alimentos procesados
- Evita las tentaciones
Trata de no estar expuesto a sitios que tengan a la vista comida que te cause “tentación” aunque no tengas hambre (como en una fila, por ejemplo). Si la soledad te provoca comer, trata de desarrollar una respuesta distinta ante esta condición, como tomar un paseo o llamar a un amigo.
Desde luego es mucho más sencillo decirlo que hacerlo, pero con el compromiso suficiente y la ayuda necesaria, tanto de personas cercanas como de profesionales, es posible dejar de tener adicción a la comida.